viernes, 15 de julio de 2011

De las Esdrújulas.

Me gustaría escribir algo lleno de palabras bonitas. Que dijera cosas importantes, cosas bellas. Me gustaría escribir algo lleno de esdrújulas y que fuera hermoso. Que fuera inteligente e inteligible. Y escribir en oraciones largas y bien estructuradas para no cansar ni aburrir y que la idea no perdiera fuerza. Las ideas brotarían y fluirían y la gente se identificaría o no pero no lo dejaría indiferente.

Pero no.

viernes, 1 de julio de 2011

De mi ventilador.

Los días de calor uso el ventilador que me ha acompañado desde hace tres años. En mi nueva independencia, en mi cuarto de 4x3, en mi soledad nocturna.

No he apagado el ventilador en un mes. Hace ruido y no me deja oír otra cosa. A veces las ambulancias y patrullas. A veces algo que parecen balazos. Pero siempre ese ruido. Y a veces, mis pensamientos y mis miedos. Mis deudas y mi incertidumbre de ser alguien admirable, querida y respetada. Alguien a quién yo presumiría con gusto de conocer. Pero el ruido del ventilador me arrulla y termino por dormirme.

Hoy llovió después de mucho tiempo. Gente maldecía la lluvia y el frescor después de meses de maldecir el calor y la sequía. La gente chocaba en sus carros y otros más decían que qué felicidad y las gotitas de lluvia y no faltó la gente que salía y extendía sus brazos para sentir la lluvia.

Como está fresco no pondré mi ventilador, a pesar de que mi cuarto guarda de una manera histórica todo el calor que es capaz de recibir en el día. La noche está tranquila porque la gente se metió temprano. Hoy sólo tengo a mis libros para arrullarme y a mis pensamientos para no dejarme en paz.