martes, 8 de noviembre de 2011

Hoy me puse a pensar en que a mí nunca me tocó andar con él mientras tuviera un trabajo en el que le pagaran.

A otras sí les ha tocado la estabilidad económica y la emocional (al menos de saber que se tiene trabajo y le pagarán)... pero a mí no me tocó.

Me tocó batallar con los cambios de ánimo:, con no saber qué decir o hacer porque trabajaba mucho y no le pagaban o con quedarme callada después de regarla y ponerlo de mal humor.

Obvio, no fuí una perita en dulce, pero... caray!! fue tan poco el tiempo que me tocó tenerlo con trabajo y paga!

Habrían sido diferentes las cosas? yo digo que no.