martes, 27 de diciembre de 2011
Pero no lo hago.
Y es que es bien fácil quejarse de no tener esas cosas y sufrir y dejarse apapachar. Es como el gobierno: Todos nos quejamos y todos opinamos pero nadie hacemos nada más que "ser buenos mexicanos y dar el 100% todos los días!!!". No papacitos, el chiste es informarse, criticar, exigir y sobre todo, ponerse a trabajar. Pero no, es más fácil quejarse en la sobremesa y no salir o no lanzarse en serio de político para cambiar las cosas.
Igual que es bien fácil quejarme de mis problemas desde la comodidad de mi cama. El chiste es dar de hacerlo y ponerme a darle duro a todas esas cosas que no tengo, pero no... prefiero que me apapachen y aconsejen y ponerme a escribir un post "terapéutico".
Sí, sí trabajo por las cosas que quiero, pero me quejo más que lo que hago... Mamadas.
martes, 8 de noviembre de 2011
A otras sí les ha tocado la estabilidad económica y la emocional (al menos de saber que se tiene trabajo y le pagarán)... pero a mí no me tocó.
Me tocó batallar con los cambios de ánimo:, con no saber qué decir o hacer porque trabajaba mucho y no le pagaban o con quedarme callada después de regarla y ponerlo de mal humor.
Obvio, no fuí una perita en dulce, pero... caray!! fue tan poco el tiempo que me tocó tenerlo con trabajo y paga!
Habrían sido diferentes las cosas? yo digo que no.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Estos tres años hubieran sido más sencillos si hubiera tenido a alguien y no hubiera cometido los errores que cometí con los hombres. Tal vez me hubiera divertido menos y tenido menos emociones o tal vez, no. No lo sé. Pero lo que sí sé es que sería agradable tener a alguien que me abrazara y me acariciara el cabello.
Regreso a trabajar.
domingo, 23 de octubre de 2011
Y buscamos relajarnos, tomar vacaciones (para regresar y en un día recibir la carga de stress que nos conseguimos sacudir), ir a un spa, a un masaje, a que te alineen la columna y a comer sanamente (haciendo comida a las 10 de la noche para comer en tu escritorio al día siguiente frente a la computadora) y andar matándonos para poder llegar al gimnasio y "liberar stress". Y sí, habemos gente que no podemos ir a ningún lado aparte de ir a hacer compras y luego ponerse a trabajar un poco más.
La verdad, es que está del asco esta situación. Cómo le hace esa gente para salir temprano de su trabajo y tener una vida tranquila o al menos no tan estresante? cómo le hacen para salir y conocer gente? porque yo salgo pero a la media hora de estar afuera me estoy durmiendo o si no estoy tomando alcohol de una manera que no es sana. Quiero saber cómo le hace esa gente que tiene tiempo para todo y puede decir "bueno, qué te parece si me dedicas una de tus tardes?" o sea... es que ellos sí tienen las tardes libres?
Obvio, se trata de administrar tu tiempo y esas cosas, pero... cómo? si por más que llego temprano y hago mi trabajo siempre salen más y más pendientes? Se trata de concentrarme en una cosa y terminarla pero cómo si estoy trabajando y de repente salen más cosas que urgen y tengo que ir a atenderlas?cómo se le hace si los demás creen que tu tiempo es el de ellos?
a veces me gustaría fumar para poder salir a la terraza y fumar un cigarro para luego seguirle. Sí podría hacer eso con un vaso de agua o una taza de café, pero en general, al agua se le dan tragos para no deshidratarme y el café es para no quedarme dormida mientras sigo en chinga.
Y a veces lo único que te puede hacer dormir es el alcohol o la masturbación. Aunque también dicen que una conciencia tranquila ayuda.
viernes, 5 de agosto de 2011
De aquí:
Vendedor de flores: "ándale, compa. No le vas a regalar una flor? O no se la merece?"
Próximo novio: "si se merece un jardín, pero no tengo dinero".
A aquí:
Yo (exnovia): "por qué no me regalabas flores? acaso no me las merecía?"
Ex novio: "No. No te las merecías"
De uno a otro evento pasaron 6 o 7 años y todo lo que pasa en esos años.
viernes, 15 de julio de 2011
De las Esdrújulas.
Pero no.
viernes, 1 de julio de 2011
De mi ventilador.
No he apagado el ventilador en un mes. Hace ruido y no me deja oír otra cosa. A veces las ambulancias y patrullas. A veces algo que parecen balazos. Pero siempre ese ruido. Y a veces, mis pensamientos y mis miedos. Mis deudas y mi incertidumbre de ser alguien admirable, querida y respetada. Alguien a quién yo presumiría con gusto de conocer. Pero el ruido del ventilador me arrulla y termino por dormirme.
Hoy llovió después de mucho tiempo. Gente maldecía la lluvia y el frescor después de meses de maldecir el calor y la sequía. La gente chocaba en sus carros y otros más decían que qué felicidad y las gotitas de lluvia y no faltó la gente que salía y extendía sus brazos para sentir la lluvia.
Como está fresco no pondré mi ventilador, a pesar de que mi cuarto guarda de una manera histórica todo el calor que es capaz de recibir en el día. La noche está tranquila porque la gente se metió temprano. Hoy sólo tengo a mis libros para arrullarme y a mis pensamientos para no dejarme en paz.
lunes, 13 de junio de 2011
De las llamadas y manifestaciones
Decirte que te extraño y que te quiero querer y que quiero aprender a cocinar para alimentarte y a aprender a estar contigo. Que tu abrazo y tu olor bien lo valen.
martes, 7 de junio de 2011
Yo, la Malcogida.
Sé que no es sexy o cool publicar estas cosas. Pero es real. Todos nos llegamos a sentir así. Perdidos, sin ganas, con miedo, aburridos y demás cosas feas y nada sexys.
miércoles, 1 de junio de 2011
del sexo y de diego rivera.
Supongo que es cierto, sin embargo, como casi todo, esa no es una verdad absoluta. Habrá personas que no tendrán sexo con cualquiera sin que antes haya toda una declaración de amor y un juramento de eterna devoción (casi siempre, mujeres). Y habrá, casi siempre hombres, que digan "no, está gorda".
Pero en general así es. El sexo puede ser tan impersonal como uno quiera. Puedes no dar tu nombre o dar uno falso y nadie dirá nada. Puedes ir a un hotel, a SU casa, a un carro o a unas escaleras solitarias. Y al terminar decir "muchas gracias, estuvo chido, cuídate". También puedes dar un número falso, pero mentir es feo y lo mejor sería no tener qué mentir.
Hay diferencia entre tener sexo y hacer el amor. Comúnmente, uno hace el amor con la persona a la cual amamos (y, en el caso ideal, dicha persona también nos ama). Uno tiene sexo con quien no ama (y, en el caso ideal, dica persona tampoco nos ama). Personalmente, prefiero tener sexo a hacer el amor. Tanto con quien amo como con quien no amo. No debería haber mayor problema dado que sólo es un "apretón de manos". Lo feo es que no todos lo entienden (o entendemos así). Supongo que porque el sexo es mucho más fácil que hacer el amor.
En el sexo dejas salir tu lado primitivo, te dejas envolver por todas las sensaciones que te provee tu cuerpo y la destreza (o la torpeza) de tu acompañante. Si no te gusta algo lo dices o lo cambias porque se trata de que tú disfrutes. Si a tu pareja algo no le gusta también lo hará y tú, por lo menos por cortesía, tratarás de complacerlo para lograr que se pase un buen rato y, chance, hasta para repetirlo. Él también debe hacer eso por educación y para que luego no digamos "ah sí... él coge muy mal".
Cuando haces el amor estás mostrando tu lado bonito. Tratas de que la otra persona disfrute y, a veces, hasta sacrificas tu placer con tal de que la otra persona se la pase bien. A una como mujer ya nos dijeron que nos veíamos preciosas vestidas con esa blusita rosa bordada y los caireles cayendo grácilmente sobre nuestra frente con el viento en contra. ¿Cómo cambiar esa imagen a la mujer sudada, despeinada, con el maquillaje corrido y boca seca por jadear y haciendo caras que somos cuando tenemos sexo? Una tarda en dejarse llevar. Y ellos, tanto que se preocuparon por conquistarnos y ser caballerosos... ¿cómo nos van a tomar por la nuca y bajarnos para que les chupemos su pene mientras se recuestan y ponen las manos tras su cabeza?
Sí, al final del día lo ideal es que nos liberemos, pero eso se tarda en suceder. En el sexo todo es más libre. Aún así, prefiero el sexo con alguien a quien amo que con gente a la que no. Pero lo bonito es que de TODOS, aprendes algo. Por lo menos las cosas que no te gustan.
De envidas y miedos.
Y es que yo te pude aceptar con todos tus defectos y cosas que no me gustaban. Así, plenamente. Y eso
está del terror. Es que, ponte a pensar, tú lector, que alguien te quiera con todos tus defectos y virtudes, que esté conciente de que eres un gruñón sabelotodo y esté dispuesta a aguantar esas cosas y hasta decirte "para de mamar, por favor" (nótese "POR FAVOR"). O tú, lectora, imagina que el tipo en cuestión sabe que eres una "princess" y que él no tiene los recursos para darte esa vida a la que estás acostumbrada y tratará de hacerlo. Y, amables lectores, lo harán porque saben que esas cosas son insignificantes si lo comparan con lo felices que son por sus cualidades y por lo feliz que son cuando están con ellos.
No está para morirse del miedo?
Eso sí. Aunque yo estaría aterrorizada, te sigo envidiando. No cualquiera, eh?
miércoles, 25 de mayo de 2011
de la muerte
La respuesta debe ser "no", porque te mueres y ya, se chingó. Si hay algo o no hay nada después de la muerte es algo que no pienso discutir, pero que descubriremos cuando ya felpemos. El punto que quiero tratar es que a mí sí me da miedo morirme.
Me da miedo morir no por el hecho en sí de la muerte. Ese es inevitable y creo que sería estúpido temerle a algo así. A mí me da miedo porque no he hecho nada que me haga trascender. Dicen que todos, antes de morir, deberíamos escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo. Yo he escrito dos tesis pero aún así no siento que ninguna de ellas me va a hacer ser recordada. No he plantado ningún árbol aunque tengo dos cactus y no... no tengo hijos y no sé si los vaya a tener. No he hecho nada que me haga ser recordada. Sí, sí tengo amigos y así que digan "qué gacho que la Teli se murió" pero nomás. Creo que uno no piensa en serio que se va a morir.
Hace tiempo, el vecino de una amiga se murió en un accidente en moto. El chavo sacó su casa a crédito, un carro y la mentada moto. Les dijo a sus papás que se fueran a vivir con él y que se muere. Mi amiga le ayudó a la señora con el papeleo para que no les quitaran la casa y el carro que estaban a nombre del hijo que se murió. Con esto quiero mostrar cómo uno no piensa que se va a morir. Ni él ni sus papás pensaron que estarían en esa situación y él sacó todo a su nombre. Yo no tengo ni 5 centavos para que mi gente no gaste en mi funeral. Tengo servicio médico pero jamás lo he usado y no sé qué papeleos tenga qué hacer en caso de que lo necesite. Si me muero voy a ser una vil carga para mis familiares. Y ni qué decir de que van a tener qué ver todo el mugrero de mi cuarto y las cosas que no quiero que vean.
Sí, me da miedo morir porque no he hecho nada para trascender. Nada que me haga "inmortal" ni recordada más allá de familiares y amigos. Si me muero no habrá alguien más que sepa quién fuí. La neta, sí me da chingos de miedo morir.
lunes, 23 de mayo de 2011
De los besos bien dados.
Han habido dos besos en mi vida que han hecho que me perdiera en ellos. Aunque el segundo fue más bien un conato de beso, el primero fue como desaparecer el mundo y concentrarlo en mi pecho. No he vuelto a sentir un beso así en donde no sienta nadamás que sus labios y el aire de primavera.
Tengo ganas de un beso de esos que dejan volando y sin aliento. De esos besos que das con todo tu cuerpo y dejas de ver el mundo alrededor y todo se concentra en tus labios y en los suyos y te queda su olor y sabor impregnado horas... a veces, incluso años.
De esos que deseas mucho tiempo y buscas y pierdes y él desea y busca y pierde. De esos besos que son precedidos de muchos besos no dados.
Tengo ganas de un beso más íntimo que el sexo y me deje vulnerable y a él también. Quiero un beso que termine en sonrisa idiota.
Del dolor crónico.
Tú sabes que salir adelante cuesta mucho. Lo sabes muy bien. En estos meses me he puesto a pensar en que estoy realizando un gran esfuerzo y varios sacrificios por tener un buen futuro, por querer hacer lo que yo quiero y me estoy privando de cosas que ya podría tener o haber tenido desde hace mucho pero me estoy preparando. Y sabes que odio privarme de cosas que quiero.
Estoy haciendo cosas que me encantan. Amo mi trabajo. Hago cosas que no creí que podría llegar a hacer y soy muy feliz cuando entiendo y lo soy más cuando opino y mi opinión es escuchada y valorada. Y me encantaría poder compartirte esas cosas. Aunque no me entendieras. Por eso más te vale que seas feliz. Porque estoy batallando mucho, porque sigo adelante y trato de ser lo más feliz que puedo y me estoy conviertiendo en una persona más conciente de sí. Y odio no poder contarte de lo feliz y emocionada que estoy.
He juntado algo de tierra. Tú decías que la necesitaba. No mucha, he de admitir. Me he dado cuenta de que no soy tan buena persona como creía y he cometido muchos errores. Estoy bien y estoy feliz aunque te extraño como loca. Lo que más me pesa es no encontrar a alguien que me interese como tú me interesabas. No debería ser difícil pero lo ha sido.
A pesar del dolor creo que lo mejor es que cada quién siguiera su camino aunque me muera de ganas porque se volvieran a cruzar y ahora camináramos juntos. Y ojalá tú sí estés muy feliz y no te hagan falta muchas cosas o por lo menos no te agobies. Porque déjame decirte que si no estás mejor sin mí yo sí estoy mejor sin tí, pero me duele mucho estarlo.
Gato de casa.
Pues es que no es lo mismo ser "mansita" que "mensita".
Yo estoy domesticada. Me gustaría decir que soy salvaje y que necesitan domarme pero no. Mansita como gato de casa.
Y cual gato de casa, tengo mi instinto de jugar a cazar ratones y cucarachas y llevarlos a mi amo para que sepa que, aunque doméstica, soy "salvaje" y eso jamás se me quitará. Y puedo salirme y jugar a ser gato rudo y tal vez no aparecerme en mucho tiempo pero terminaré regresando a casa porque de ahí soy. Y siempre tendré mi instinto y no dejaré de saber valerme por mí si necesidad de dueño. Además, de buscar cariñito cuando necesite y alejarme cuando necesite mi tiempo y espacio para seguir siendo gato. Y tengo garritas para defenderme pero no lastimar. Y como gato... el día que ya no está feliz, se va.
Y si tuviera crías espero ser buena madre gata. Protectora pero enseñándoles que tienen que ser libres e independientes y aventarlos al ruedo pero sin dejar de observarlos. Ojalá sea así.
Pero ya soy gato grande. Ya tuve dueño y ahora busco otro. Y soy arisca y busco cariñito y trato de acomodarme pero si no me convence el hogar, pues me voy, pero sigo buscando. Y si yo no les convenzo, me dan cariñito y me sacan. Como gato, sé que puedo sola, que no necesito casa, ni dueño y no se me tupe, pero ya conocí la comodidad de un hogar y lo quiero de nuevo.
Yo soy mansita como gato de casa.
De las borracheras para olvidar.
"tomo para ahogar mis penas... pero las muy jodidas flotan!"
Qué cierto es eso. Tomo y me relajo, sigo tomando, me pongo feliz y luego te recuerdo y trato de beber tu recuerdo.
Y bebo tu olor, tus besos y tu piel. Y bebo tu sonrisa y la forma en que me mirabas. También las risas y las pláticas en la oscuridad y esas caminatas de toda la tarde y toda la noche cuando me enamoraba de tí.
Me las paso con limón, con jugo e incluso con agua. Los planes y las promesas los tomo derecho, para que raspen y luego ya no quiero nada. Ya todo me sabe mal, ya nada me gusta y me voy a mi casa en donde todo me lo guardo y no lo regreso. Quiero que me lastime para ver si así dejo de beberte.
en la mañana: la cruda.
Las pequeñas victorias. La felicidad chiquita.
Entiendo que la felicidad es el camino, no el destino. Entiendo que las vida nos pega duro para apreciar las cosas que tenemos (aunque me parece una relación abusiva) y también entiendo que la felicidad es una constante búsqueda. Sin embargo, creo que ese camino pedregoso y difícil tiene sus remansos. Esa es la felicidad chiquita.
No sé cuál sea la felicidad grande. Supongo que es esa cuando vas caminando por la tarde hacia tu casa con el pan para merendar en familia y ves las semillas de diente de león volando y piensas "soy feliz". O cuando estás acostada viendo televisión y esa persona a quien amas te pone la mano en la cadera y mete sus dedos entre tu ropa interior sin mayores intenciones que sentir tu piel mientras ve la misma película vieja. O cuando un niño busca protección contigo. Yo supongo que es esa porque viene de todo y de nada. Es cuando sientes que estás haciendo bien las cosas. Supongo, no lo sé.
Lo que sí sé es cuál es la felicidad chiquita. Son esas cosas que te impiden mandar todo al demonio cuando estás a nada de hacerlo. Son las pequeñas victorias de todos los días. El artículo publicado, la solicitud aprobada, el pleito ganado, el halago de tu jefe. Esas cositas que te dan fuerza y un momento de respiro antes de sentir el golpe que sigue. Y la felicidad chiquita es hermosa porque llega y es explosiva y te llena y mueres de cansancio pero quieres más, no quieres dejar irse al impulso y continúas.
A pesar de todo lo que he dicho, las felicidades chiquitas no hacen una felicidad grande. Pero ayudan mucho.