sábado, 29 de diciembre de 2012

De esperanzas.

Yo te espero y espero que seas mejor.

Espero no necesitarte y que tú no me necesites. Que no nos andemos muriendo si el otro no está, pero que prefiramos la vida con nosotros en ella. Quiero que sepas que si no estás mi vida seguirá y avanzaré y no pasa nada, pero ese será el problema: Si tú no estás todo pasará pero nada más. No habrá brillitos ni olor a fresa cuando mi vida siga pasando. Olerá a lavanda y será suavecita pero no creo que haya otras cositas interesantes. Y que tú sepas que tu vida sin mí olerá a lavanda y será suavecita pero no tendrá olor a... no sé... pastel de manzana con canela y no tendrá sensación y calidez de cobija chida.

Y que seas más que suficiente para llenar ese apartado de mi vida. No quiero estar "torn between two lovers" como la canción. Y que yo sea más que suficiente para tí. Es que eso es harto triste. Y que aceptes a mis amigos y a mi familia y que sepas que son importantes para mí y yo a los tuyos. Si los queremos será ganancia, obvio.Y que me regañes bonito cuando no trabaje lo suficiente (yo ya soy muy dura conmigo pero me tengo muuucha confianza) para que me de vergüenza que tú eres super hombre y quiera estar a tu altura aunque seas mi fan número uno y presidente oficial y vitalicio de mi club de fans. Y muchas cosas más pero te las dejo a tí porque espero que seas mejor de lo que espero.

Sólo espero no ser tonta y saberlas ver detrás de la capa de mugrita que seguramente traes.

lunes, 8 de octubre de 2012

domingo, 16 de septiembre de 2012

viejerío.

Y pues todas nos quejamos de los hombres...

Una de los sentidos, otra de los jodidos, yo de los patanes y otra más de los ausentes (bueno, de "las".. pero se solidarizó).

Yo creo que nuestras quejas deben de decir algo sobre nosotras. ¿Qué? eso sí no lo sé.

martes, 11 de septiembre de 2012

No llores de más

"No llores de más" me dijo.

Visto desde el punto de vista objetivo, punto que casi siempre se obtiene cuando ya pasó toda la tormenta, uno siempre llora de más. Una hora, un día, un año o diez. Pero desde el punto de vista del sentimiento no se llora lo suficiente.

Incluso cuando uno dice que está cansado de llorar, que ya no tiene lágrimas, que se secó y que ya no siente nada y que qué coraje haber desperciado tanto llanto en algo o alguien, a veces el recuerdo asalta y nos roba unas lágrimas más.

Por frustación, coraje, amor, cansancio o por el estúpido "timing", pero creo que uno siempre termina llorando de más. Tarde o temprano, pero ojalá me equivoque.

Yo creo que uno debería poder llorar todo lo que quisiera. Hartarse de llorar, hasta que se hinchen los ojos y duela la cabeza y que llore uno por el hecho de estar llorando. Pero no lo hacemos porque nos han dicho y nos hemos dicho que sólo debemos llorar tantito, amarrarnos los pantalones y seguir dándole trancazos a la vida hasta que la muy perra se digne a darnos algo de cariñito.

 Con el tiempo uno se hace experto en no llorar tiempo extra. Una hora, una noche y no más. Y si se nos quieren salir algunas lagrimitas fuera del tiempo destinado a eso, lloramos para adentro o lo ignoramos. Yo digo que eso es lo correcto pero mi corazón dice que no, que uno debería llorar hasta que ya no pueda y siempre que quiera.

Pero el muy maldito no tiene llenadera, así que mejor no le hago caso.

domingo, 29 de julio de 2012

Creo que las historias grandes ("grandes" es algo muy subjetivo) deben acabar con una bomba atómica. Nada de bonitos recuerdos, nada ser civilizados o buenos términos. Sólo escombros sobre lo que hubo, hermoso u horrible, pero sólo escombro. 

lunes, 16 de abril de 2012

Aún creo que me debes muchas palabras. Así como las flores.

Pero si no me las diste es porque creías que no las merecía.

Una vez leí que la persona que pide canciones, poemas o alguna de esas cosas es porque no las merece. 

Tengo problemas.

miércoles, 11 de abril de 2012

"komoO Vhezz??"

Confieso que me encanta la buena ortografía. Tal vez la mía no sea perfecta pero trato de que lo que escribo cumpla las reglas de ortografía y redacción. A veces sale y a veces no. Pero sí sé que no escribo TAN mal y que mi ortografía es bastante buena.

Por eso, en esta época en la que el cortejo, coqueteo y "hook up's" se llevan a cabo por medio de las mentadas "redes sociales", mensajes de texto y chat, el que un hombre tenga una buena ortografía y redacción es el equivalente de que me muestre su colorido y esponjado plumaje. Si a eso le sumamos una buena plática, es como si entonara los mejores cantos mientras hace una exhibición de los movimientos de sus plumas. Y si me alaga y dice cosas bonitas es como si trajera el más grande y jugoso escarabajo para mi degustación.

Pero las plumas, caray.

martes, 10 de abril de 2012

Todos hablamos de los besos, abrazos, de cuándo hacían el amor, de cuando se tomaban de las manos, de las miradas... Eso libera oxitocina y te hace sentir enamorado.

Pero qué si han pasado años sin ver o tocar a esa persona y aún lo piensas? Es enfermedad, necedad, aburrimiento o amor?

sábado, 7 de abril de 2012

jueves, 5 de abril de 2012

de las necesidades y necedades

Te escribo porque te pienso. Cómo eras y cómo serías porque ya no estoy en tu presente. Te pienso porque me gusta sentir que siento aunque a veces siento que no volveré a sentirme como me sentí contigo.

(qué cursi estuvo ese párrafo).

Te escribo porque me gusta saber que te quise. Porque fuí capaz de amarte aunque ahora no sepa nada de tí. Por eso pienso cómo serías porque como eras ya lo sé. Y cómo era yo también. Cómo me doy fuerzas para no saber de tí? busco en cómo fuímos, eso me dice que no debo tratar de husmear en tu presente. Lo que fue ya pasó y lo que es es lo que hay.

Y te escribo aunque no me leas. No sé si me pienses y creo que no lo hagas. Te escribo porque me gusta sentir algo, aunque sea tristeza. Es necesario sentir otra cosa aparte de las necesidades. Y aunque sea una necedad escribirte y pensarte, lo hago porque lo necesito. Pronto dejaré de hacerlo pero todavía necesito escribirte un poco más.

viernes, 2 de marzo de 2012

nomas para avisar:

Yo creo que no haré versión del viejerío weekend.

Ando atoradísima con el trabajo, con un artículo que me urge escribir y publicar porque unos indios (sí, de la India) hicieron lo mismo que yo, nomás que a mí me salió mejor que a ellos pero me urge publicar lo mío para irme haciendo punto de referencia en un área que, al parecer, se está poniendo de moda.

por su atención, gracias.

lunes, 20 de febrero de 2012

de humanidad y esas mamadas.

Últimamente mis pensamientos se dividen entre "trabajo pendiente, deudas por pagar, ¿cuándo me toca el medicamento? y ¿Ahora qué chingados voy a hacer?" y dentro de todo eso logré tener algún pensamiento diferente.

Los humanos sufrimos porque no aceptamos nuestra condiciones de animales.

(aplausos.... Aplausos, dije).

es que sí. Muchos envidiamos a los animales porque ellos se ven felices, sólo preocupados por comer, cagar, copular, defenderse y ya. Nada de fechas límites para trabajos o pagos, nada de "qué me habrá querido decir con eso?", nada de "todos los demás tal cosa y tú no"... viven y ya.

Obviamente el humano se diferencia de los animales porque pensamos (bueno, tal vez no tan obvio en algunos casos) y ese pensamiento nos llevó a crear reglas de convivencia y esas cosas que son necesarias. Sí, yo sí creo que son necesarias. El problema es que cuando nos dejamos llevar por nuestro instinto vienen las culpas. "no debí haber reaccionado así", "va a pensar que soy una puta", "es lo que quiero hacer y los demás que se chinguen, pero no, porque luego ya no me van a querer". El día que aceptemos nuestro instinto seremos más felices o menos desgraciados y no estoy diciendo que vivamos como animalitos, sino a aceptar que uno a veces reacciona así y ya. No flagelarse viendo cómo fue posible que perdiéramos el civismo y el glamour...

Qué horrible es ser humano... tan mamón con nuestras ideas y pensamientos y costumbres.

martes, 3 de enero de 2012

De los pays.

Supón que a tí te gusta el pay de queso y es tu favorito y siempre andas en la búsqueda del mejor. Se te presenta uno y lo pruebas y si te gusta, regresas por más y así. Hasta que un día, encuentras el que más te ha gustado y aprendes la receta o consigues tenerlo siempre en tu casa. Y eres feliz con tu pay de queso.

Pero a veces, te aburres. Y se te antoja uno de manzana o piña o nueces. O hay cierto pay de cerezas que es buenísimo y siempre regresas por él. Pero el de queso siempre será el número uno.

Algo así me imagino la fidelidad y el amor en algunas parejas.
Hace tiempo te escribí algo que no leíste y seguramente no leerás y era que yo cumplo mis promesas (la mayoría, pues!). Prometí no volver a molestarte. Y escondí enojos, llantos, desesperanza, "Tristes Recuerdos" y unas ganas inmensas de buscarte, pero yo prometí no volver a molestarte... así como también prometí, junto contigo, amarte "para siempre", mientras tomabas mi mano antes de irte.

Pero te molesté. Puedo poner como pretexto que tú empezaste, pero a final de cuentas debo hacerme responsable de mis actos. Tú empezaste pero yo seguí. Y te molesté y con eso rompí mi promesa al igual que la otra. (aunque no sé cuál fue primero).

Supongo que uno tiene que pasar por momentos muy oscuros y ensuciarse y convertirse en eso que jamás quizo para poder aprender de las cosas buenas que se pierden. Aunque rompa promesas. Y sí, una de ellas fue bastante agradable de no cumplir.