lunes, 23 de mayo de 2011

Gato de casa.

Pues es que no es lo mismo ser "mansita" que "mensita".

Yo estoy domesticada. Me gustaría decir que soy salvaje y que necesitan domarme pero no. Mansita como gato de casa.

Y cual gato de casa, tengo mi instinto de jugar a cazar ratones y cucarachas y llevarlos a mi amo para que sepa que, aunque doméstica, soy "salvaje" y eso jamás se me quitará. Y puedo salirme y jugar a ser gato rudo y tal vez no aparecerme en mucho tiempo pero terminaré regresando a casa porque de ahí soy. Y siempre tendré mi instinto y no dejaré de saber valerme por mí si necesidad de dueño. Además, de buscar cariñito cuando necesite y alejarme cuando necesite mi tiempo y espacio para seguir siendo gato. Y tengo garritas para defenderme pero no lastimar. Y como gato... el día que ya no está feliz, se va.

Y si tuviera crías espero ser buena madre gata. Protectora pero enseñándoles que tienen que ser libres e independientes y aventarlos al ruedo pero sin dejar de observarlos. Ojalá sea así.

Pero ya soy gato grande. Ya tuve dueño y ahora busco otro. Y soy arisca y busco cariñito y trato de acomodarme pero si no me convence el hogar, pues me voy, pero sigo buscando. Y si yo no les convenzo, me dan cariñito y me sacan. Como gato, sé que puedo sola, que no necesito casa, ni dueño y no se me tupe, pero ya conocí la comodidad de un hogar y lo quiero de nuevo.

Yo soy mansita como gato de casa.

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